CAPITULO 1Notoriamente excedido de peso, y con una cabellera símil a un ramillete de pelo púbico, se lo puede ver a Sandro participando de una de las comparsas de Venado Tuerto, sin tapujos y sobre todo sin vergüenza (característica que lo distingue también en lo deportivo, una falta total de vergüenza). En una entrevista con sus cuñados, todavía no publicada en el blog, estos nos decían que era su jovi predilecto a los 25 años de edad, participar sin disfraz en la comparsa.
Dicen las malas lenguas de vecinos inescrupulosos, que el día que se fue de la ciudad debió salir disfrazado de Oso Panda para que no lo linchen. Según cuenta la leyenda el traje le fue prestado por Wally quien por ese entonces visitaba periódicamente dicha ciudad, y ya participaba –por su contextura física- de la comparsa de Ositos cariñosos.
Realmente dos pelotazos en contra, el Mingo y Anibal de Cadaques!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario