El público de Cadaques lo pedía a gritos, y volvió para quedarse (por lo menos un par de partidos hasta que se descoce denuevo).
Un poco más gordo, menos ágil, más robusto, menos veloz y más caradura por sobre todas las cosas, el sábado pasado Robertitio se arrimó al circulo central con claras intenciones de constituirse en el capitán de su equipo, como si nada hubiera pasado en los últimos 10 meses (que estuvo lesionado), pero rápidamente fue repelido por el resto de sus compañeros que lo regresaron a lugar de donde nunca debió salir: "El Banco de Suplentes."
Ampliaremos...
Ampliaremos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario