El partido iba 1 a 0 y por un rebote raro la pelota fue a parar al corner. Nadie preveía, ni los mejores analíticos del fútbol mundial, que quien sería el encargado de ejecutar ese corner iba a ser el propio Juan Martín Masterreno, un muchacho con poco pie de atleta que nos tiene acostumbrados a tirar la pelota a los barrios vecinos cuando intenta patear al arco ... pero la historia dijo que hoy era su día. Tomo la pelota como si supiera y emprendió la mortal carrera para tirar el corner. Era más que obvio, que no iba a acarciar la pelota en busca de alguna cabeza de un compañero, sino que seguramente intentaría arrancarle la cabeza a alguno -contrario o no- y por ende metería un pelotazo hacia la guardia de Cadaques. Tan violento le pego que el nuevo arquero de La Vieja Juan, el Dolape no pudo correrse, motivo por el cual la pelota le impacto en el centro del estómago dejándolo tirado sin aire y sin respuesta, el mastodonte tuvo la buena fortuna que le quedo el rebote en su pies y sin querer queriendo la puso en un ángulo cuando el arquero yacía tirado en el suelo buscando una explicación a semejante golpe en la panza. Igualmente ese gol no le alcanzó al equipo para nada, ya que perdió 2 a 1 sobre la hora.
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