Si bien hoy es anecdótico, no podemos pasar por alto la incorporación tardía de un nuevo jugador para que dispute una final de campeonato, algo que nunca sucedió en los greenfields de Cadaques. Seguramente se ampararán en que el partido estaba perdido aún antes de disputarse, dirán que el Barza era una aplanadora y que no podían pasar verguenza en la final; sostendrán que Trapito y Eduardo merecían su primer estrella; capaz invocaran el art. 225 por la lesión de Trapito; o quien sabe que otra cosa más.
Lo que hoy si podemos decir, es que de nada sirvió porque el abultado resultado de 7 a 3 exhime de mayores comentarios. Igualmente propongo que en el futuro hagamos un reglamento y lo respetemos, y esto va también para el Mandamás quien cuenta en su haber con alguna que otra triquinuela realizada. De esta manera se evitan problemas y se privilegia el Fairplay.
No hay comentarios:
Publicar un comentario